La expresión “libro de autoayuda” (self-help) siempre me ha parecido difícil de entender o, como mínimo, inexacta. No porque los libros no nos ayuden a resolver problemas, sino porque la idea de que exista una ayuda autónoma es contradictoria. Quien pide ayuda está esperando algo que no puede encontrar en sí mismo, algo que no tiene y sólo puede venir de otros, de afuera, del exterior. Pensar que en nuestro interior podemos encontrar la solución a todos los problemas es una ilusión, quizás una adicción. Y de ella vive una industria de 80 billones de dólares que, en general, no hace más que repetir slogans.
Pero a pesar de prometer lo imposible, los libros de autoayuda —al igual que sus primos hermanos, los bestsellers— también cumplen una función esencial en la formación de nuevos lectores. Incluso en hogares donde no existe el hábito de la lectura alguien ha oído hablar de Paulo Coelho o Deepak Chopra o Marie Kondo; incluso en hogares donde no se compran libros aparecen copias de ¿Quién se ha llevado mi queso?, Cómo hacer amigos e influir en los demás, El secreto, Juventud en éxtasis, Los cuatro acuerdos o El código Da Vinci.
Pensando en todo esto, junto a Julia Figueroa, de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, nos pusimos a la tarea de encontrar un bestseller y un libro de autoayuda que de verdad nos gustaran. No sé si lo logramos. Ignacio Novo, el autor de Frases para cambiar tu vida: mensajes de inspiración para alcanzar la felicidad, lograr lo imposible, tener equilibrio y ser tú mismo, dice que los buenos libros promueven el crecimiento y te ayudan a “ser más feliz en la forma que elijas serlo”. Quizás porque no entendimos bien esta última “idea”, seleccionamos libros que no sirven para eso. O quizás porque sí la entendimos, nos pareció que (al menos por razones prácticas) es más divertido dejar de “crecer” y pasar un rato jugando a no “ser tú mismo”.
El profeta
Según esta reseña en The New Yorker, Khalil Gibran (1883-1931) es el tercer poeta más leído de todos los tiempos, sólo superado por Shakespeare y Lao-Tse. Yo me había olvidado de él hasta que me enteré hace poco de que la poeta Andrea Cote había hecho una nueva traducción de su libro más famoso. Supe entonces que Gibran había emigrado muy joven a los Estados Unidos, a Boston, pero que jamás había dejado de sentirse un inmigrante. Antes de morir ordenó que su cuerpo fuera enterrado en Líbano, su país natal, y le dejó las millonarias regalías de sus libros no a una persona sino al pueblo en que nació, Bisharri. Con todo, el momento en que me decidí a releer El profeta fue cuando descubrí que Gibran no sólo estaba convencido de haber descubierto la teoría de la relatividad antes que Einstein o que maravillaba a sus amigos contándoles historias (falsas) sobre su vida, sino que además creía tener la habilidad de convertirse en rocío, evaporarse y luego regresar a la tierra en forma de lluvia…🤯🤯. ¿Cómo no admirar a alguien capaz de estas ideas?
El profeta consiste en un serie de discursos en los que un hombre sabio, Almustafa, reflexiona sobre la muerte, el placer, la belleza, el dolor, los niños, el trabajo… en fin, sobre las cosas importantes. Para que se hagan una idea de las reacciones que generan sus palabras, esto es lo que hace poco comentó el poeta Philip Metres sobre el discurso que Almustafa le dedica al amor: “Querido lector, puedes decir lo que quieras sobre la familiaridad de sus imágenes o la rigidez de sus frases, pero todo lo que sé del amor está ahí”. Yo pensé algo similar cuando leí estas palabras de Almustafa sobre los hijos:
“Tus hijos no son tus hijos […]. Vienen a través de ti, pero no vienen de ti […]. Podrás alojar sus cuerpos pero no sus almas, porque sus almas habitan la casa del mañana, la que no podrás visitar ni siquiera en sueños”.
Además de su lucidez, Almustafa también da lecciones que claramente no tienen ninguna utilidad práctica, que parecen concebidas más bien para conmover, confundir o asombrar. La belleza, por ejemplo, la define como “la eternidad mirándose al espejo”. Y después agrega: “Ustedes son la eternidad y también el espejo”. Cuando nos aconseja que en el placer seamos “como las abejas y las flores”, me recuerda a Marco Aurelio, un emperador romano que la industria de la autoayuda ha convertido en uno de sus precursores (🤦♂️) y que escribió: “Ve a la hormiga, oh perezoso. Mira sus caminos, y sé sabio”.
Me cuesta trabajo imaginar que exista una biblioteca o librería que no tenga una copia de este libro, así que, bueno, no sé, yo solo les digo…
El perfume
Julia Figueroa, UFM, Ciudad de Guatemala
Esta novela del alemán Patrick Suskind no es como las que uno leería normalmente pues no tiene un final feliz y trata sobre la historia de un asesino (😱😱). La historia está situada en Francia en el siglo XVIII. El personaje principal se llama Jean-Baptiste Grenouille, y es rechazado por su madre (y en general por todo el mundo) porque no tiene ningún olor. ¿Se imaginan no oler a nada? A cambio de no despidir ningún olor, Jean-Baptiste tiene el olfato bastante desarrollado, lo cual le permite reconocer todos los olores y esencias del mundo.
El constante rechazo y deshumanización que Jean-Baptiste padece lo llevan a odiar la sociedad que lo rodea. Este rechazo y miseria también lo llevan a trabajar en una perfumería para mantenerse vivo. Allí, cansado de haberlo olido todo, decide crear el perfume perfecto, lo cual provoca que cometa un sinfín de crímenes. En ese punto es donde realmente empieza la historia del asesino…
El Perfume es una novela que cautiva, que engancha y hasta cierto punto puede ser adictiva. Si estás dispuesto a leerla (u olerla), no te arrepentirás. Definitivamente es bastante recomendable, llena de detalles descriptivos y palabras fascinantes.
El concierto
Hace unos semanas Hija se presentó en concierto. En realidad ella ha estado de gira y presentándose en prestigiosos escenarios (como la puerta de la cocina, la tina, el carro familiar, el parque del barrio y todos los espejos) básicamente desde que nació. Esta vez, sin embargo, grabó cuatros de sus sencillos más populares para compartirlos con todos ustedes. Por favor háganle llegar sus comentarios 🎙🎙
“Que todas las flores”
“Como una bruja”
“Como una bruja” (versión en japonés)
“Llegando por allá los carros”
HIJA: Gracias, público, por su fidelidad. 🙇♀️🙇♀️❤️🥁🥁
Comentarios
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Supongo que hay una gran diferencia entre los libros que nacen bestsellers y los que se hacen bestsellers. Como los New York Times bestsellers que los producen para ser bestsellers o como a las artistas POP. Hija, sin nada de producción, canta canciones llenas de humor, su acento es adorable y seguro encantará a las masas.
Todos tienen problemas, es la verdad, me gusta la poema auto-ayuda 👏