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sep 9, 2023Gustado por David Ramirez

Aceptando la invitación les compartiré de donde surgió mi fascinación por el montañismo. Todo empezo en los 80s cuando estando en el colegio con los amigos a alguien se le ocurrió que fueramos de pesca a la laguna del Otun en el parque de los nevados.

Organizamos todo, yo le tome prestado a mi hermano morral y artículos de camping que él utilizaba siendo voluntario de la cruz roja; como no tenía indumentaria adecuada se me ocurrió que necesitaba botas para el terreno a enfrentar, asi que me chante lo más cercano que tenia que eran unas botas tejanas de cuero, sin saber que horas mas tarde me iba a arrepentir como un condenado a muerte de tan desdichada decisión.

Nos embutimos en la chiva que de Ibagué nos llevaría hasta el silencioso, donde nos bajamos y caminamos casi 2 hrs hasta llegar a las termales del Rancho.

Allí nos encontramos con dos conocidos quienes al ver nuestro paseo y preguntarnos para donde íbamos, se rieron y sorprendieron al saber que pretendíamos llegar al parque de los nevados, eso queda a mas de 8 hrs de camino dijo uno de ellos, con indignación miramos a nuestro compañero y guía quien había asegurado que eran si mucho 2 hrs; entonces nos enteramos que el nunca había ido y estabamos metidos en una verdadera aventura.

Si quieren caminen con nosotros pal nevado nos dijeron los amigos, quienes resultaron ser montañistas experimentados; rápidamente cambiamos nuestro plan, nuestros amigos nos ayudaron a alivianar nuestro equipaje pues casi todo lo que llevabamos no servia para el nuevo itinerario (tampoco para el itinerario inicial pero no lo sabíamos).

Así empezo la travesía, la primera hora de ascenso agotaria la mayoría de nuestras fuerzas; el acuerdo era una hora de camino y 10 min de descanso. Para la tercera hora llegamos a una cascada espectacular que refrescó nuestra sed y nuestra alma. En vista de lo lenta que iba nuestra cordada, los montañistas nos dijeron que se iban a adelantar, que siguieramos el camino a nuestro ritmo, que no habría pierde, nos esperarian al final con el campamento armado.

Y ahí empezo nuestro suplicio, cada vez con menos energía creo que empezamos a descansar mas y caminar menos, las horas pasaban y no llegabamos al final del trayecto, terminando el dia llegamos hasta un sitio completamente enmontado donde se nos perdió el camino; no teníamos otra opción que acampar allí, donde nos cogio la noche, sin poder extender bien la carpa pues la manigua no lo permitia, comimos lo que pudimos, nos metimos dentro unos encima de los otros, a lamentarnos, tratar de calentarnos, alguno lanzo un suspiro y dijo “bien decia mi mama que no debia venir”, esa noche la verdad creiamos que podríamos morir.

Apenas amaneció sin dormir, hambrientos, con frío y sed desarmamos campamento y bajamos tan rápido como pudimos al Rancho. Llegamos como si saliera uno de muchos días de estar perdidos en la jungla, felices de volver a la civilización, mi pierna derecha por algún golpe que me di llego completamente paralizada, mis pies llenos de ampollas por las incómodas botas tejanas.

En el Rancho se apiadaron de nosotros, nos alimentaron con aguapanela y queso, nos dejaron quedar en nuestros sleepings en el corredor de la cabaña.

Recuerdo que nos metimos en el agua termal, agua bendita salida de las entrañas de la misma montaña que horas antes tal vez quizo matarnos, ahora curaba nuestras heridas. Recuerdo estar hasta que las estrellas salieron sumergido en esas tibias aguas disfrutando de una experiencia cósmica indescriptible, extasiado con la belleza natural que nos rodeaba.

Y así nació mi entusiasmo por la montaña, al regresar a Ibagué me propuse volver a conquistarla, entrene y me prepare lo mejor que pude; y algunos meses después volví a ella, repasé nuestros pasos, llegué hasta donde creimos morir y volver a nacer, pase de largo, llegue al páramo, dormí allí y al siguiente dia conquiste la cumbre del Nevado del Tolima con uno de los montañistas que nos guiaron la primera vez, y quien después se volvió uno de mis compañeros de escalada de muchos otros viajes y aventuras.

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